martes, 15 de septiembre de 2009

... letargo...

El primer chaparrón se desliza en nuestra tarde marcialmente, como un militar sonado y de piel tostada, licenciado del Tercio, que arribara todos los años a cortejar a una muchacha bonita, ahora entrada en años. Estas primeras aguas son su visita regular, son el desfile de este hombre a vuelta de todo, estas gotas repiquetean en la calzada al paso firme de sus botas. Gotas de final de verano, gotas que inician proyectos. Esto, que ocurre todos los años, nos sorprende con falsa sorpresa como si fuéramos esa muchacha cada vez mayor, acaso ajada, tras una celosía. Se apaga la luz del verano.
Me marcho, hoy empiezo en el gimnasio.

3 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Nadie viene de vuelta todos vamos para allá, es inevitable.

Cuidado con las agujetas

Antonio dijo...

Mejor lejos de los gimnasios y cerca de los bares.

Saludos
Antonio

Unknown dijo...

Antonio (Callejón de los Negros) diré: sin duda... (así hago eco de otro comentario)

Un saludo